Sin importar si se está planteando alquilar un comercio para abrir su negocio o si usted es el propietario del local, a la hora de formalizar un arrendamiento, lo mejor es firmar un contrato de arrendamiento comercial en español, ya que de esta manera, todas las condiciones acordadas quedarán claramente estipuladas, y si en el futuro surgen desavenencias entre las partes será mucho más fácil resolverlas.
En un contrato de arrendamiento comercial, el propietario cede su propiedad para que el arrendatario la explote con un objeto comercial. El caso más típico es el de un local a pie de calle que se use como comercio o el de un piso o departamento que se utilice para ofrecer servicios profesionales como abogados, contables, etc.
¿Es necesario un contrato?
El contrato en sí existe desde el mismo momento en que las partes llegan a un acuerdo, por lo tanto la pregunta correcta sería si es necesario redactarlo. A esta segunda pregunta la respuesta es que no, no es obligatorio, aunque sin duda es muy conveniente ya que los contratos orales presentan muchas dificultades e incertidumbres cuando ocurren problemas y las partes llegan a juicio.
¿Es necesario un abogado?
La presencia o supervisión de un abogado no son obligatorias para la firma de un contrato de este tipo, aunque al igual que ocurre con el hecho de redactar el documento, es una medida de seguridad muy recomendable. Si un abogado revisa el contrato que va a firmar, se asegurará de que este sea válido y respete sus intereses. En general, los arrendamientos vienen regulados por el Código Civil, pero las partes pueden acordar lo que quieran siempre que esto no contravenga la ley o la moral. Por lo tanto, el contrato de arrendamiento es una figura tan flexible como sea necesario para adaptarla a la situación concreta a que se refiera.
Ya sea un particular o un profesional del derecho, tarde o temprano se enfrentará a la necesidad de redactar un contrato de arrendamiento comercial.



